A diferencia de su hermana mayor, María Anunciata de Liechtenstein, que eligió la tiara Fringe de Habsburgo, para su boda a principios de este mes, María Astrid ha preferido la tiara Kinsky, realizada con motivos de madreselva en diamantes, plata y oro, intercalados con pequeñas composiciones verticales que simulan una flor. La creación de esta pieza única se remonta al siglo XIX, una época en el que imperaban las tiaras con motivos florales y vegetales. De hecho, se cree que fue regalo de bodas para la princesa María Josefa de Liechtenstein por parte de su esposo, Ferdinand Bonaventura, séptimo príncipe Kinsky de Wchinitz y Tettau, en 1870.
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